jueves, 12 de junio de 2008

El gato egipcio

En el antiguo Egipto, los gatos domésticos eran considerados animales sagrados. Fueron objeto de culto debido a su habilidad para hacer disminuir la población de ratones en los campos de cereales del Nilo, de capital importancia económica. Los egipcios pretendían buscar el contento de Bastet, la diosa de la protección, de la belleza y del placer, del amor y la fertilidad. Esta diosa era representada con cuerpo de mujer y cabeza de gato.
Precisamente, era a través de esos ojos de felino cómo la diosa Bastet (que creían que vivía en el cuerpo de los gatos) escrutaba el alma de los hombres controlando sus acciones.
También se creía que Ra, dios del sol, adoptaba la figura de un gato cuando descendía a la tierra. Precisamente, en la antigua Heliópolis se le representaba con rostro de gato y las pupilas de su estatua, que dominaba el templo, habían sido diseñadas de tal modo que se dilatasen o encogiesen según la posición del sol, permitiendo así la determinación de las distintas fases del día. Curiosamente, en algunas regiones de China esta faceta se ha llevado a la práctica, habiendo aprendido a utilizar a los gatos como auténticos relojes vivientes, dado que calculan la hora basándose en el tamaño de sus pupilas.
(texto extraído de la fantástica web: http://www.maullidosyronroneos.com/index.html)

1 comentario:

Gris dijo...

Lupeme mira con cara rara como diciendo..tu nome va sa poner a mi esos pendientes no? juazzzz